miércoles, 16 de abril de 2008

Un gran libro!



"Nunca te conceden un deseo sin concederte también la facultad de convertirlo en realidad. Sin embargo es posible que te cueste trabajo." pg 88
ES UNO DE ESTOS LIBROS QUE LEES, VUELVES A LEER, Y TE HACEN REFLEXIONAR SOBRE LA VIDA, Y LA POSIBILIDAD DE COnseguir LOS SUEÑOS.
este libro abre la posibilidad de que aparezca un Mesias, con todas las respuestas, en este tiempo.
Y que apareciera en nuestra vida, fuera un compañero, y nos hiciera preguntas y nos descubriera la existencia y plantearamos el porque de tantas cosas. libro lleno de magia, por su profundidad.
El autor, piloto de profesión, nos recrea este mundo con citas y frases que nos hace reflexionar.

"No te dejes abatir por las despedidas.
Son indispensables como preparación para el reencuentro.
Y es seguro que los amigos se reencontrarán,
después de algunos momentos o de todo un ciclo vital."

"Ilusiones", Richard Bach.
Cada ser humano lleva en su interior un Mesías dormido. Sólo muy pocos permiten que despierte y actúe, por eso son tantos los que vegetan y no viven verdaderamente. Este libro narra la aventura de un hombre que encuentra a un Mesías. Durante el tiempo que viven juntos, Donald Shimoda va enseñando a su discípulo el gran secreto de la realidad. Caminar sobre el agua es posible si se cree que se tiene la capacidad de conseguirlo.”

Otras obras de Richard Bach: “Juan Salvador Gaviota”, “Nada es Azar”, “Alas para vivir”, “Ajeno a la Tierra”, “Biplano”, “Al otro lado del tiempo”, “El don de volar”, “Ningún lugar está lejos”, “Uno”, “El puente hacia el infinito”, “Mensajes para siempre”.




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jueves, 10 de abril de 2008

querer es poder!!

La impresionante plasticidad del cerebro abre infinitas posibilidades a la transformación humana


Cada persona puede, si quiere, transformarse a sí misma y a su realidad. Es una enseñanza que procede no sólo de la tradición oral (querer es poder), sino del budismo. Recientes investigaciones científicas corroboran además la validez de esta capacidad humana: somos libres para decidir qué tipo de persona deseamos ser. La piedra filosofal para la transformación es una mezcla de la voluntad, la intención y de la impresionante plasticidad del cerebro. La meditación permite cultivar cualidades nuevas que poco a poco se van incorporando de forma natural a la vida cotidiana. Por Angela Boto.



El cerebro ha sido estudiado en los procesos de meditación. First Annual National Brain Conference for Business.
Cuando era pequeña mi abuela me repetía “querer es poder”. Aquello me ponía furiosa porque me daba la impresión de que no comprendía mis dificultades para lograr algunas cosas y que no veía los obstáculos que me encontraba en el camino.

Después de los años y de alguna que otra lectura, he tenido que admitir que aquella dulce mujer que apenas había pisado una escuela, se había, con su rica sabiduría popular, adelantado a las conclusiones de las investigaciones neurocientíficas del nuevo milenio y al mismo tiempo, estaba describiendo los principios básicos de una tradición filosófico-espiritual que ni siquiera sabía que existía, el budismo.

La enseñanza profunda que trataba de transmitirme mi abuela era que cada uno de nosotros puede, si quiere, transformarse a sí mismo y por extensión, su realidad. Del mismo modo, desde hace siglos los budistas sostienen que tenemos la capacidad de convertir el dolor en sabiduría, la envidia en compasión, la angustia en esperanza; que tenemos en nuestra mano la posibilidad de borrar las heridas del pasado y esculpir un futuro. Podemos aprender a ser felices y plenos.

En los reinos de la ciencia, sin embargo, siempre se había pensado lo contrario. El cerebro, el capitán general de nuestro comportamiento y nuestro sentir, es inamovible, decían. No sólo no se puede cambiar, añadían, sino que a lo largo de la vida vamos perdiendo neuronas que nunca más se vuelven a recuperar.

Fatalidad irreal

Pero los últimos años de investigación neurocientífica demuestran que semejante fatalidad no es real. Más bien todo lo contrario. Y he ahí que la ciencia demuestra los principios del budismo: con la intención, con la voluntad, con el deseo se cambia lo que antes se consideraba escrito en piedra: la arquitectura cerebral.

Desde hace dos décadas el Dalai Lama se reúne periódicamente con neurocientíficos occidentales con el objetivo de aunar dos aproximaciones con orígenes muy diferentes, pero con el objetivo común de comprender la mente humana, su realidad y los caminos para alcanzar el bienestar. De estos encuentros han salido infinidad de proyectos y datos muy valiosos.

El Dalai Lama ha insistido desde el principio en que la fuerza de la mente puede cambiar el cerebro y con él nuestra manera de vivir y de crear el mundo que nos rodea. Sin embargo, ésta era una hipótesis difícil de aceptar para los científicos.

La reunión de 2004 en Dharamsala (India) entre ciencia y budismo tuvo como tema de discusión la mencionada propuesta de Su Santidad. Parece que los investigadores han tenido que plegarse a las evidencias de los estudios y dar la razón al budismo.

La periodista científica Sharon Begley ha recogido el encuentro en el libro Train your mind, change your brain (entrena tu mente, cambia tu cerebro), que acaba de publicarse en Estados Unidos, y en él se puede leer la siguiente cita de Michael Merzenich, un neurocientífico de la Universidad de California-San Francisco (EEUU), que testifica el cambio de pensamiento: “cada momento elegimos y esculpimos cómo va a trabajar nuestra siempre cambiante mente, elegimos quién seremos en el momento siguiente”. O dicho de otro modo, somos libres para decidir qué tipo de persona deseamos ser.

La piedra filosofal

La piedra filosofal para la transformación mental es una mezcla del querer es poder, es decir, de la voluntad, la intención o la fuerza de la mente y de la impresionante plasticidad del cerebro. Al igual que el entrenamiento físico fortalece los músculos, el entrenamiento mental modifica los circuitos del cerebro en la dirección que deseamos.

Si uno se empeña y lo desea puede construir y potenciar los circuitos de la felicidad, de la armonía, de la empatía y todo el etcétera que se quiera. Para los budistas el entrenamiento mental por excelencia, la herramienta para cambiar el cerebro y la realidad, es la meditación.

Así, el Dalai Lama habla del arte de la felicidad y cuenta su propio cambio gracias a la meditación. Explica que cuando era joven se enfadaba con mucha frecuencia y sentía rabia. Ahora, tras muchos años de meditación, esas emociones se han esfumado y no es porque pueda controlarlas, sino porque ni siquiera se presentan en su vida.

Pero por supuesto no hace falta ser un monje budista para disfrutar de los efectos transformadores y creativos de la meditación. David Lynch, el siempre sorprendente director de cine, en su libro Catching the big fish (Atrapar el pez grande), explica cómo esa técnica ha influido en su creatividad y en su consciencia: “cuando buceas en tu interior, el auténtico ser está ahí y la verdadera felicidad está ahí. Hay un océano enorme, sin límites, de ella”.

Nuevas cualidades

La meditación permite cultivar cualidades nuevas que poco a poco se van incorporando de forma natural a la vida cotidiana. En un principio hay que tener la voluntad para dirigir la mente hacia el lugar que deseamos y de este modo se comienzan a formar nuevas conexiones cerebrales que son primero caminos y con el tiempo se convierten en autopistas cerebrales para la alegría, la compasión, la empatía…

Para eliminar los pensamientos o emociones negativas no hay que luchar contra ellas sino reemplazarlas por otras positivas. Decir “no a la guerra” es seguir dando protagonismo al conflicto, afirmar “sí a la paz” crea un nuevo circuito y borra la huella de la guerra.

Numerosos experimentos han demostrado que la práctica de la meditación altera la geografía neuronal de modo que se potencia la actividad en áreas relacionadas con las emociones positivas, el bienestar y la felicidad. “Lo que estamos viendo es que la felicidad no es simplemente un estado, sino que es un producto de habilidades que se pueden mejorar con entrenamiento mental”, afirma Richard Davidson de la Universidad de Wisconsin-Madison (EEUU), uno de los primeros investigadores en llenar el cráneo de los monjes budistas de electrodos.

Y de nuevo no es necesario ser un monje budista o pasar horas en estado meditativo: se ha visto que incluso las formas más básicas de entrenamiento mental producen efectos positivos. Se puede considerar como si se educara a un niño jugando, pero en este caso el niño es nuestro propio cerebro.

Es lógico que los efectos en el cerebro de los monjes sean mucho más significativos, pero con tan solo una semana de meditación ya se pueden observar cambios en el cerebro de personas que nunca antes habían practicado esta técnica. La diferencia es que están más activas las áreas asociadas con el bienestar y el pensamiento positivo.

Una clave muy importante para la transformación es la observación de uno mismo, ese buceo interior del que habla David Lynch.

Experimento de Schwartz

Un ejemplo clarificador de esta mirada interior es un experimento realizado por Jeffrey Schwartz, neuropsiquiatra de la Universidad de California-Los Ángeles (EEUU), con personas que padecían trastorno obsesivo compulsivo – la patología de las manías como el personaje de Jack Nicholson en Mejor Imposible que no dejaba de lavarse las manos y cada vez estrenaba una pastilla de jabón.

Schwartz, budista y practicante de la meditación, quiso comprobar el potencial terapéutico de ésta. Siguiendo la idea de lo que se conoce como meditación consciente, es decir, observar lo que ocurre en el interior sin juzgar, enseñó a sus pacientes a separarse de su enfermedad; a observar los síntomas con la parte más lúcida de ellos mismos reconociendo que sólo eran manifestaciones de su trastorno.

Una semana de entrenamiento fue suficiente para que los pacientes afirmaran que sentían que la enfermedad había dejado de controlarlos. Pero lo más extraordinario y sorprendente para los científicos fue que las pruebas de imagen cerebral demostraban que sus redes neuronales habían cambiado. La simple educación mental había reducido la actividad en los circuitos cerebrales que causan la enfermedad.

Se han obtenido resultados similares en casos de depresión, pero no hace falta sentirse mal para comenzar a entrenar la mente y modificar nuestras vivencias. De hecho, otro de los principios fascinantes del budismo es que afirma que la realidad exterior es el producto de nuestras proyecciones. De modo que si se modifica el interior, el resto también cambiará.

La influencia del entorno

Hay quienes aseguran que todos deberíamos hacernos preguntas sobre nuestros conflictos internos a la vista de los que se producen en el mundo. Quizá una de las zonas donde los conflictos son más profundos es en Oriente Próximo. Y precisamente en la Universidad Bar Ilan de Israel, bajo la dirección de Phillip Shaver y Mario Mikulincer, se han llevado a cabo varios experimentos con conclusiones particularmente interesantes para esa zona del planeta.

Un grupo de estudiantes israelíes judíos evaluó a otro grupo de estudiantes. Aunque los examinados eran todos judíos, Shaver y Mikulincer manipularon los datos e hicieron creer a los examinadores que algunos de ellos eran árabes.

Como seguramente muchos supondrán, la percepción de los evaluadores fue mucho más negativa cuando pensaban que estaban ante un árabe. Los encontraban impulsivos, vagos, conflictivos… Pero hay esperanza.

Cuando los científicos hicieron a los examinadores que recordaran momentos en los que alguien les daba amor, las calificaciones cambiaban radicalmente. Ya no había diferencia alguna en la percepción de judíos y árabes.

Los experimentos se repitieron empleando distintos tipos de imágenes mentales, por ejemplo, sentirse rodeado de gente que te ama, te apoya y que está dispuesta a ayudarte y los resultados fueron siempre los mismos.

Conclusión conmovedora

La conclusión es conmovedora y esperanzadora. Los recuerdos de amor, de apoyo, activan circuitos mentales relacionados con la sensación de seguridad emocional, de solidez y de autoestima. Entonces el mundo y las personas que nos rodean se ven a través de ese cristal y lo que se percibe es tolerancia, comprensión, apertura y empatía.

Cuando el mundo interior está en paz y armonía, el mundo exterior se contagia de esa paz y armonía. Y aquí es donde volvemos a encontrarnos con el budismo. Una de las formas principales de meditación está orientada a la compasión y su objetivo es entrenar la mente para alcanzar una profunda empatía por todos los seres vivos. Entre las técnicas que los budistas emplean para potenciar la compasión está revivir el amor de la madre.

Continuando con los cuidados maternos, llegamos a la parte más extraordinaria del asunto. Con el “querer” se puede incluso doblegar la genética, burlar el supuesto determinismo del ADN.

Los cambios que incorporamos a nuestro comportamiento a base de cultivar lo mejor de nosotros mismos se transmiten a las generaciones futuras igual que ocurre con el color de los ojos o de la piel. La ciencia lo ha constatado con animales de laboratorio en los que es posible hacer un estudio tan complejo.

Amor maternal recuperado

Los trabajos de Michael Meaney de la McGill Universitiy en Montreal (Canadá) han demostrado que ratas nacidas de madres poco amorosas repetían el comportamiento de sus progenitoras con sus propias crías. Sin embargo, cuando las hijas de las descuidadas madres eran criadas por otras cariñosas y solícitas dejaban de lado la genética y se volvían como sus progenitoras adoptivas.

En la siguiente generación, aquellas que estaban abocadas por sus genes a no ocuparse de sus vástagos dieron un golpe de timón y cambiaron el curso de su descendencia. Si algo así se puede lograr con sólo el instinto animal, imaginemos hasta dónde se puede llegar con la voluntad consciente. Definitivamente “querer es poder”.

Crean un sistema para hablar por teléfono sin voz

Un collar capta las señales neurológicas enviadas a las cuerdas vocales y las sintetiza

La compañía Ambient Corporation presentó a finales de febrero un sistema llamado Audeo que permite hablar por teléfono o cara a cara sin voz. El usuario sólo tiene que llevar una cinta alrededor del cuello y concentrarse en la palabra que quiere decir. Dicha cinta capta las señales neurológicas enviadas a las cuerdas vocales (y que no llegan a ser pronunciadas) y las envía sin cable a un ordenador que las traduce. Por último, una voz artificial las pronuncia. La finalidad principal del dispositivo es la de ayudar a personas discapacitadas para el habla (como los enfermos de Parkinson o aquéllos que sufren de parálisis cerebral) a recuperar la comunicación. Por Yaiza Martínez.


Una compañía estadounidense llamada Ambient Corporation ha desarrollado un sistema que permite hablar por teléfono sin pronunciar una sola palabra. Gracias a una banda alrededor del cuello, que recoge las señales nerviosas del cerebro relacionadas con determinadas palabras, se puede obrar el milagro.

El sistema, bautizado como Audeo, funciona así: con cierto entrenamiento previo, cualquier persona puede enviar las señales nerviosas relacionadas con palabras concretas a sus cuerdas vocales, sin necesidad de emitir ningún sonido.

Estas señales son recogidas por la banda alrededor del cuello, y transmitidas desde ella, sin cable, a un ordenador que las convierte en palabras. Estas palabras son a su vez pronunciadas por una voz informatizada.

Ayuda a discapacitados

La solución, por tanto, consiste en un dispositivo muy ligero (la cinta alrededor del cuello) que se sitúa sobre las cuerdas vocales y que es capaz de transmitir la información neurológica que llega desde el cerebro. Aplicando el análisis de datos a esta información, un programa informático las procesa y las sintetiza en palabras.

Según se explica en la página web de Ambient, Audeo ha sido desarrollado para crear un interfaz humano-ordenador para la comunicación sin necesidad de control físico y motor o de palabras habladas. Este interfaz resulta ideal para restaurar la capacidad de comunicación a personas que no puedan hablar.

De hecho, los fundadores de Ambient Corporation, Michael Callahan y Thomas Coleman señalan que su misión es “mejorar la calidad de vida de la gente con discapacidades, mediante el uso de la mente y de la comunicación avanzada”.

Según ellos, las personas con discapacidad en el terreno del habla (como los enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica, de lesiones del cerebro o de Parkinson) podrán expresar con Audeo sus pensamientos e ideas. La esperanza de sus creadores es que la gente que lo necesite recupere su capacidad de comunicarse.


Pasado

Michael Callahan afirma, por otro lado, que muchas compañías de biotecnología deben decidir si enfocar sus tecnologías hacia el público general y sano o hacia las minorías más necesitadas de esta tecnología. Dado que en el primer caso es donde se puede encontrar el mayor beneficio económico, cada vez se expande más la brecha entre las posibilidades de los que están bien y las de los que no están bien.

Los creadores de Ambient han decidido reducir esta brecha, centrándose en tecnologías que valgan para personas que hayan perdido ciertas habilidades.

En principio, Audeo fue utilizado para permitir a la gente controlar sillas de ruedas usando sus propios pensamientos, tal como informamos en otro artículo. Esto se consiguió incorporando al sistema un hardware adicional que lo hizo possible, sin necesidad de movimiento físico.

A finales de febrero, Ambient presentó por vez primera en vivo y en directo las posibilidades de esta tecnología, en este caso aplicada a la comunicación sin voz, tanto cara a cara como por teléfono. Fue en una conferencia organizada por el fabricante de microchips Texas Instruments. En ella, se demostró que la capacidad de reconocimiento de Audeo aún está limitada a 150 palabras y frases.

Y futuro

Pero, a finales de este mismo año, Ambient planea lanzar una versión mejorada del sistema, sin límites de vocabularios. En lugar de reconocer palabras o frases enteras, esta próxima versión identificará fonemas individuales, que son los sonidos que forman las palabras.

Y aunque se espera que esta versión sea más lenta, porque los usuarios necesitarán más tiempo para construir lo que quieren decir pensando sólo en un fonema cada vez, podrán a cambio decir cualquier cosa que quieran.

Y, para el que le preocupe que Audeo pueda hablar de lo que no debe, es decir, leer pensamientos íntimos y pronunciarlos, sus creadores aseguran que la producción de señales neuronales para que el sistema las descifre requiere de un nivel de pensamiento elevado, es decir, que los usuarios se concentren en las palabras que quieren que la máquina pronuncie.

martes, 8 de abril de 2008

8 de abril

Hoy es un día muy importante!!......
...........Hoy hace 6 años y 9 meses te conocí y nuestras vidas cambiaron desde aquel día. hoy hace 6 años y 9 meses q casi milagrosamente nuestro presente y nuestro futuro comenzaron a entrecruzarse formando asi un presente, un futuro y un pasado q nos pertenece. Y lo mas importante un presente y un futuro en el que corrijamos nuestros errores para mejorar en lo individual y en lo conjunto!!

te quieromucho!

miércoles, 2 de abril de 2008

Crean el primer ordenador molecular capaz de procesar en paralelo

PUEDE ADOPTAR 4,3 MIL MILLONES DE COMBINACIONES POSIBLES, AUNQUE ALGUNAS DE ELLAS INESTABLES
Investigadores japoneses han conseguido crear el ordenador más pequeño del mundo, formado por sólo 17 moléculas. Es la primera máquina molecular que puede procesar en paralelo: es capaz de tomar 4^16 estados diferentes, es decir, cerca de 4,3 mil millones de combinaciones posibles, aunque al menos en principio algunas de ellas serían demasiado inestables. Con una arquitectura similar a la de la red neuronal del cerebro humano, sus creadores se proponen convertir la máquina actual en una esfera tridimensional de 1.024 moléculas, capaz de ejecutar 1.024 instrucciones a la vez, alcanzando en teoría un total de 4^1.024 combinaciones posibles.


Un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Ciencias de los Materiales de la Universidad de Tsukuba, en Japón, ha conseguido crear el ordenador más pequeño del mundo, formado por sólo 17 moléculas.

El invento es en realidad una máquina molecular que puede realizar procesamientos en paralelo, es decir, ejecutar de manera simultánea varias órdenes. Esta máquina multi- tareas se auto-ensambló sobre una superficie de oro a partir de 17 moléculas de una sustancia química utilizada en nanotecnología, denominada duroquinona.

Tal y como explica CosmicLog, este ordenador sería un nuevo logro de la nanotecnología, campo de las ciencias aplicadas que se dedica al control y manipulación de la materia a nivel de átomos y moléculas. MSBN ha elaborado un interesante video explicativo.

Procesamiento en paralelo

Dieciséis de las moléculas forman un anillo alrededor de una molécula central, que es la unidad de control de la máquina. Para introducir una orden, se hace "titilar" eléctricamente dicha molécula central utilizando para ello un microscopio de efecto túnel.

Este microscopio permite no sólo visualizar superficies a escala del átomo, sino también manipularlas gracias a una finísima aguja capaz de actuar a nivel atómico, incorporada a su estructura. Una vez activada, la molécula central envía sus órdenes al resto de las moléculas periféricas al mismo tiempo, según explica al respecto The Thelegraph. Este nano ordenador es entonces capaz de tomar 4^16 estados diferentes, es decir, cerca de 4,3 mil millones de combinaciones posibles, aunque al menos en principio algunas de ellas serían demasiado inestables.

En la publicación especializada Proceedings of the National Academy of Sciences, los científicos creadores de la máquina, Anirban Bandyopadhyay y Somobrata Acharya, del International Center for Young Scientists de Japón, explican que cada una de las moléculas es en realidad una máquina lógica.

La comunicación en paralelo que puede desarrollar esta máquina lógica representa un avance conceptual significativo en comparación con los procesadores más rápidos existentes en la actualidad, que ejecutan sólo una instrucción cada vez.

Imitando al cerebro

Según declaraciones de los científicos para la CosmicLog, la arquitectura de este micro-ordenador sería similar a la de la red neuronal del cerebro humano, ya que el ensamblado de la máquina se hizo imitando la manera en que las células gliales funcionan para hacer circular las órdenes por el sistema nervioso.

Este tipo de comunicación de "uno a muchos" resulta esencial para el cerebro, y los científicos computacionales han señalado durante décadas que, de poderse aplicar a la computación, podría revolucionar la manera en que las máquinas puedan llegar a "pensar".

Esta ordenador molecular abre importantes posibilidades para los tratamientos médicos. Por ejemplo, en el futuro, según sus creadores, no se necesitará cirugía para curar los tumores cerebrales. Simplemente, se inyectará en el organismo sangre que contenga las máquinas moleculares, y éstas acudirán al lugar concreto para tratarlo.

Es decir, nanochips que contengan los ordenadores nanométricos llegarán al sitio donde "noten" que un tumor está activo, y allí comenzarán a producir moléculas de quimioterapia a pequeña escala. Cuando el tumor haya sido curado, las máquinas podrán auto-desconectarse.

Cuestiones pendientes y futuro

Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer hasta que esto sea posible. Quedan pendientes cuestiones como, por ejemplo, el tamaño del microscopio de efecto túnel, que no resultaría práctico para conocer los resultados de un nano ordenador o para cosechar las sustancias químicas producidas por las nano-fábricas.

Por tanto, habría que desarrollar otros métodos de control, como lectores ópticos para nano-ordenadores. De cualquier forma, Bandyopadhyay afirma que seguirán avanzando y que, en un futuro próximo, planean transformar la rueda bidimensional de 16 moléculas en una esfera tridimensional formada por 1024 moléculas. Ésta será capaz de ejecutar 1.024 instrucciones a la vez, alcanzando en teoría un total de 4^1024 combinaciones posibles.

La nanotecnología es una ciencia que va avanzando cada día y que promete importantes logros. Sus futuras aplicaciones no sólo se desarrollarán en el sector de la medicina, sino que prometen abarcar desde el almacenamiento, la producción y la conversión de energía o la producción agrícola, hasta la generación de armamento y sistemas de defensa en el sector militar.